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Introducción

Matucana huagalensis es un cacto peruano descubierto por A. Lau en 1968 y descrito en 1970 por Donald y Lau con el nombre de Borzicactus huagalensis. El aspecto general hace pensar en un Matucana myriacantha con un número menor de costillas y espinas. La característica que lo distingue de los demás Matucanas es su flor blanca o ligeramente rosada. Después de su descubrimiento por Lau, esta planta no se ha vuelto a encontrar en la naturaleza. Karel Knize comercializó un matucana con el nombre de huagalensis pero de hecho se trata de una forma de M. intertexta originaria de los alrededores de Huagal. M. huagalensis (sensu Lau) ha desaparecido prácticamente de las colecciones. A. Lau a pesar de su edad fué en búsqueda de ese cacto en 1999. Regresó a los sitios donde lo había descubierto, pero sólo encontró campos de papas. El texto siguiente relata una expedición de terreno en búsqueda de esta Matucana por dos miembros de la Asociación del Jardín Botánico de San Marcos. Este jardín fué creado en 1998 en la ciudad de San Marcos, Cajamarca, Peru y presenta actualmente un gran número de plantas locales, en particular de familias de las orquídeas et des cácteas. Esta expedición se llevó a cabo en las alturas de la provincia de San Marcos, en el distrito de José Sabogal. El autor, Nelson Cieza Padilla, colabora en el jardín botánico desde su creación y trabaja como profesor de educación física.

Matucana huagalensis ... una ilusión

El viernes ocho de septiembre, Olivier Klopfenstein y yo salimos de viaje con el objetivo de buscar la enigmática Matucana huagalensis. A las 5:00 a.m. aproximadamente salimos rumbo al Caserío de Lic-Lic, el punto de partida de esta expedición. Llegamos al Caserío para buscar alojamiento y dejar algunas cosas. Después de desayunar, salimos a las 7:30 a.m. hacia Huagal. Fuimos por la carretera y después de caminar unos 15 minutos nos encontramos con algunas Matucanas sp. en las paredes de una ladera rocosa (no las pudimos identificar porque no tenían flores ni semillas). Más adelante nos encontramos con campesinos de la zona y les hablamos de la Matucana huagalensis señalandoles las características y sobre todo el color de la flor. Algunos nos respondieron positivamente y nos dirigieron al Cerro del Buitre, situado en la parte oeste de Huagal a donde fuimos con la esperanza de encontrarla. A unos 30 minutos de ascensión nos encontramos con Matucana intertexta, grandes y pequeñas, en colonias o solas, con flores rojas, anaranjadas y fuscia. El tubo floral medía un centímetro de diámetro, los pétalos terminaban en punta o redondeados. Sacamos semillas que nos permitieron confirmar nuestra determinación.

Nelson et son MatucanaContinuamos nuestro camino y a unos 15 minutos nos sorprendimos con lo majestuoso de una Matucana intertexta de dimensiones gigantescas. Esta Matucana tienía 40 centímetros de longuitud y 25 centímetros de diámetro con espinas muy largas (foto numero 1). La espina central medía 4 centímetros de largo y tenía un color marrón claro. La planta no tenía flor pero encontramos semillas que nos sirvieron para determinar su clasificación; después de esto la ilusión de encontrar la Matucana huagalensis había aumentado. Continuando nuestro camino nos detuvimos para almorzar entre Matucanas, Bromeliaceas y Orquídeas y un paisaje lleno de silencio y belleza. Después del almuerzo y un momento de descanso, emprendimos nuestra marcha hasta llegar al Caserío de Palo Blanco, en donde después de conversar con un habitante de la zona que nos dijo que él nos podia acompañar a donde se encontraba nuestra planta. Pensamos que íbamos a quitar el velo misterioso de la Matucana huagalensis, pero al llegar al Cerro del Buitre grande fue nuestra desilusión ya que sólo existía ahí Opuntia flocossa (foto numero 2) de color amarillo y con pelo blanco espeso.
Opuntia floccosa
Nuestro regreso fue silencioso y lleno de decepción. La famosa Matucana huagalensis era una ilusión. Lo único que reconfortaba este primer día de salida era que habíamos encontrado dos Peperomias desconocidas para nosotros que van a incrementar la colección de Peperomias del Jardín Botánico “San Marcos” del cual somos miembros. También pudimos comprobar que el área de las Matucanas intertexta es más amplia y diversa de lo que habíamos leido en algunos textos.

Matucana myriacanthaDespués de un buen descanso en la posada de Lic-Lic y de tomar nuestro desayuno nos dispusimos a salir, en un día caluroso y despejado en el que se podía contemplar la hermosura de un cielo serrano en el que parecen incrustados los cerros que debíamos de recorrer. A las 7:00 a.m. tomamos el camino que va desde el Caserío de Lic-Lic al Marañón y avanzamos unos 80 minutos para llegar al lugar donde debíamos encontrar Matucana myriacantha de flor rosada (foto numero 3), enclavada en las grietas de las rocas de una ladera, de diversos tamaños y abundante espina blanca en su parte superior. Lo más sorprendente fué encontrar dos Matucanas myriacantha de 80 y 60 centímetros aproximadamente y unos 15 centímetros de diámetro, majestuosos e imponentes en la cima de una pared rocosa. Olivier se dispuso a subir para poder observarlas de más cerca pero sus esfuerzos fueron en vano: el sitio era inaccesible puesto que había piedras sueltas.

Matucana aurantiacaDe regreso pudimos observar que en una parte del área de las Matucanas myriacantha también se podía ver Matucana auriantiaca anaranjada (foto numero 4). La identificamos gracias a las semillas. Esta Matucana se extiende mucho más allá de la Matucana myriacantha y crece generalmente en la tierra, no como la Matucana myriacantha que crece en las grietas de las piedras. También se encontaban diversas bromeliaceas y un poco más adelante unas plantas muy interesantes por su color y forma de crecimiento. Al acercarnos pudimos comprobar que crecen en forma ramificada con hasta 40 centímetros de alto con pequeñas hojas de 4 milímetros pegadas al tallo y flores amarillas en el extremo superior, parecidas a la inflorescencia del ciprés (Cupressus sp.) que sobrepasa a las hojas en uno o dos milímetros. A primera vista nos pareció ser una Peperonia (foto numero 5).
Peperomia sp.
Más adelante pudimos observar unos Corryocactus sp. de crecimiento vertical y retorcido de dos centímetros de diámetro, con espinas de color blanco y flores de color rojo intenso, el perianto de 4 centímetros de diámetro. Colectar este cacto tambien se nos hizo difícil ya que la pared en donde crece es muy perfilada y no había forma de subir. Continuamos nuestro regreso encontrando bastantes bromeliaceas al igual que orquídeas (Epidendrum sp., Masdevallia sp. y Stellis sp.) además de una Passiflora sp que crece entre las grietas de las rocas y que tiene una hoja muy dura. Entre la unión de la hoja y el peciolo se encuentran dos ganglios laterales, su fruto es amarillo de 4 centímetros de largo. No encontramos más cactos a excepción de Opuntia ficus-indica de crecimiento muy retardado porque crece entre piedras. Nuestra caminata fue fructífera por lo que encontramos, pero decepcionante por la ausencia de Matucana huagalensis. Podemos pensar que este Matucana no existe en las áreas que visitamos. Nos queda por recorrer la parte baja de Huagal, desde la quebrada hasta el Caserio de Alisopata o más lejos hacia el Caserio de Pay-Pay. Tal vez ya no exista, puesto que sólo queda un área pequeña en la que su presencia parece difícil ya que necesitaría un microclima muy especial para su desarrollo. Probablemente lo que se definió como Matucana huagalensis fue un caso excepcional como el gigantesco Matucana myriacantha, pero espero equivocarme.

En este viaje encontramos una gran variedad y cantidad de cactos que podrían ser objeto de expediciones turísticas para los amantes de la naturaleza y de cactos en particular.

Nelson Cieza Padilla. SECRETARIO AJABOSAM